Hacer mailing: la primera cita con el asunto

¡Qué nervios! Nos tiembla todo en una primera cita. Ya sabes, has conseguido su teléfono, habéis intercambiado algunas palabras pero… ¿cómo será? ¿qué pensará? ¿qué le gustará? Muchas preguntas cuyas respuestas iremos descubriendo poco a poco pero que, tras el primer contacto visual, sabremos si queremos seguir indagando o pasamos página. El éxito o el fracaso de una relación depende de muchos factores, al igual que una newsletter, pero lo que sí es cierto es que buena parte de ese triunfo o descalabro depende de una primera impresión positiva. No solo necesitas una aplicación de email marketing para cautivar a tus contactos, también debes hacer mailing eficaz y prepararte para una primera cita con el asunto, uno de los elementos más importantes para enamorar a nuestros contactos.

¡Córtate! lo bueno, si breve, dos veces bueno.-

A ver, es cierto que hay que conocerse, adentrarse en el pensamiento del otro para averiguar su forma de ser y descifrar su personalidad pero… ¡a ninguno nos gusta que nos narren una novela la primera cita! Cuando alguien habla demasiado y te comunica tanto, puedes sentirte atrapado en su dialéctica, sin espacio para interactuar. En el email marketing, ocurre lo mismo. Un buen asunto, cuanto más corto, directo y conciso, mejor. Si dices mucho no despertarás interés a tu contacto por conocerte más. Una buena técnica es fijarse una regla: no más de 5-6 palabras o no superar 30-40 caracteres. Es un buen ejercicio para aprender a sintetizar. Te darás cuenta de que con poco se puede decir mucho y eso es una virtud que enamora y llama la atención. No te cortes en recortar cuando quieras hacer mailing porque menos es más.

¿Habláis el mismo idioma?

No se trata de que uséis la misma lengua para hablar sino de que os entendáis en el mismo idioma. A veces, por mucho que dos personas se atraigan, parece que no logran comunicar lo que realmente quieren decir. Escogen palabras inadecuadas que generan malentendidos y que, aunque parecen inocentes, provocan un rotundo fracaso. La primera cita con nuestro asunto es parecida. Hay una serie de palabras en cada idioma conocidas como spamwords que no pasan los filtros antispam ni, desde luego, entran en el corazón de nuestros contactos. Términos como “gratis, viagra, ganar dinero, préstamo, centavos, dólares, llama ya…” y muchas más son algunos ejemplos de lo que hará que tu email se cuele en la bandeja de spam. Los filtros antispam de los servidores de correo electrónico están alertas ante este tipo de palabras. De nada servirán las horas previas que pasaste acicalándote si no habláis el mismo idioma, ¿me entiendes?

Sé original y evita el famoso ¿estudias o trabajas? para hacer mailing.

Hay muchas formas de decir las cosas, vamos a ponernos ya en serio. ¿No te cansa escuchar la misma retahíla cada vez que sales a conocer a alguien? La pregunta sobre nuestra ocupación laboral más trillada no es otra que la típica “estudias o trabajas”. No vas a causar una buena impresión si te limitas a repetir cual gramola el soniquete tradicional. Innova, sorprende, sé original. A todos nos gusta que nos muestren algo diferente a lo que estamos acostumbrados.

Cada día pasan miles de personas, y de asuntos de newsletters en este caso, ante nuestros ojos. Ante tantos estímulos, vamos a reaccionar a los que provoquen una sensación distinta en nosotros. Algunos trucos son: evita poner todo el texto en mayúscula (no somos ciegos ni estás enfadado con nadie), da un toque de humor como algún doble sentido o juego de palabras (a todos nos gusta que nos hagan reír), modernízate y añade algún elemento gráfico (un emoticono divertido, por ejemplo). La imaginación no tiene límites y hay que currárselo para alcanzar nuestros objetivos. Eso sí, siempre con moderación, esto no es Twitter.

Corrección, por favor.-

Llegados a este punto parece mentira tener que recordarlo pero sí, sigo recibiendo newsletters con faltas de ortografía ¡en el asunto! Ya no me vale que las tengan en el cuerpo de mensaje, que es igual de frustrante, pero si el asunto ya de por sí le ha pegado una patada al diccionario… Muchas veces por las prisas cometemos estos fallos garrafales. No hay que correr, tómate con calma la redacción de tu newsletter, piensa que es una comunicación directa con las personas interesadas en ti y tus productos o servicios. Como preparar un discurso en público: hay que pulirlo, revisarlo, modificarlo y volverlo a pulir. Mantén siempre la corrección, no pierdas las formas y demuestra que esto del email marketing está hecho para ti.

Se coge antes a un mentiroso que a un cojo.-

Un error se perdona. Al fin y al cabo, todos somos humanos. Pero una mentira no, es diferente. Engañar para conseguir algo no es ético y, como pasa siempre, se acaba descubriendo. De nada sirve que te eches muchas flores en la primera cita o que prometas la Luna si no puedes ofrecerla.

Mentir en el asunto para conseguir una tasa de apertura mayor enfadará al suscriptor, cuya reacción más previsible será la de marcarte como spam o recomendarte negativamente a su círculo a través de redes sociales. Esto es lo peor para tu imagen de marca, se verá gravemente perjudicada. Tus mensajes serán percibidos como engañosos y decepcionarás a las personas que te dieron una oportunidad. Piénsalo, porque con la mentira no hay vuelta atrás y tu reputación bajará considerablemente.

Si quieres hacer mailing, la versatilidad es tu llave maestra.-

Ir al cine, compartir palomitas, ver una película romántica y despedirse en la puerta de casa es algo muy bonito pero… hacer siempre lo mismo, cansa. Lo peor es la monotonía y perder el encanto de las cosas que nos gustan. A tus contactos les pasa igual, están suscritos a tus informaciones porque esperan cosas de ti… diferentes. Haz pruebas, experimenta y sé una persona variante en su actividad. No te cierres a un tipo de mensaje predeterminado, la comunicación es fundamental y la versatilidad en tu forma de transmitir será percibida como algo muy positivo.

mailify-07Por Mailify, aplicación de emailing.

Deja un comentario