4 falacias del correo masivo

Enviar correo masivo no es hacer spam.

Se acabó. Mandar correo masivo no es tan negativo como lo pintan. Existen bastantes falsedades en torno al uso de este canal de marketing directo y algunas son meros rumores malintencionados. El email marketing puede ayudarte a ganar visibilidad y rentabilidad en tu negocio, a conocer a tu audiencia y a mejorar como profesional de cara a la competencia. Es por ello que un software de correo masivo puede ser la llave maestra para el éxito de tu empresa si dejas de hacer caso a las mentiras del mailing y optas por aplicar las técnicas apropiadas.

1) La mentira del bombardeo.-

“La gente recibe millones de correos de marcas al día así que nadie te va leer y vas a contribuir al bombardeo de spam”. Mentira. Un estudio reciente elaborado por la agencia de marketing Alchemy Work aclara que el 60% de los usuarios, de media, recibe al día 6 mensajes. Y de éstos, el 40% recibió tres o menos.

Evidentemente, no incluimos los emails recibidos en spam, que generalmente suelen ser una cifra mayor dependiendo de la actividad del usuario, pero como éstos derivan en una carpeta diferente a la bandeja de entrada, no incomodan demasiado a los buenos correos. Entonces, no es demasiado ni un bombardeo oscilar entre 3-6 correos por usuario, de entre los que podría estar tu marca si realizas un mailing eficaz que cumpla con la legalidad y cuente con una buena base de datos. Además, piensa que si trabajas a fondo en tu campaña, el sentimiento entre los destinatarios será agradable y no te percibirán como una intrusión comercial, sino como un mensaje interesante.

2) El mito del correo masivo eficaz si tienes millones de suscriptores.-

Esta es mi falacia favorita. ¿Alguien cree que por mucho comprar bases de datos y enviar una newsletter a millones de usuarios desconocidos, sin nada en común, va a tener mejores resultados que mandando su correo masivo a una lista segmentada y personalizada? Definitivamente, no.

Es un error creer que a más contactos, mayores aperturas, mayores ventas y más rico me hago. Nos gusta recibir contenido acorde con nuestros gustos, de hecho, cuando nos llega alguna información que no nos despierta ningún interés, nos cuestionamos la legitimidad de esa marca y automáticamente somos nosotros los que nos damos de baja. Además, recuerda que si optas por comprar bases de datos lo que pones en juego es la reputación de tu marca al enviar mailings a usuarios que, primero, no han dado su consentimiento para recibir tus promociones; y segundo, van a percibirte como intrusismo comercial puro y duro.

Es por ello que recomendamos una óptima segmentación y limpieza de las listas de contactos para dividirlas de acuerdo a sus intereses, grupos de edad, género, hábitos… de este modo, siempre acertarás con tus campañas y tu tasa de apertura aumentará, pues das algo a alguien que realmente lo aprecia y valora.

3) La incierta mala actitud de los webmails.-

“Es que Outlook me tiene manía” o “La culpa es de Gmail que me odia”. Tan infantil como incierto. ¿Te has parado a pensar que tu correo masivo estuviera libre de elementos pro spam?

Es cierto que los webmails cuentan con políticas anti-spam y filtros, en ocasiones, demasiado severos. Pero también es verdad que nadie quiere recibir contenido no deseado en su inbox y es necesario mantenerlo alejado en caso de no haber podido impedir su entrada. Los filtros anti-spam se refuerzan periódicamente añadiendo comandos que implementen la seguridad del webmail. Ni Outlook, ni Gmail, ni Yahoo! Mail ni ninguno te tienen manía. Si tu newsletter ha sido marcada como spam quizás es que habías incluido alguna spamword (palabras tipo “dinero fácil”, “gratis” o “viagra”, consideradas spam).

O quizás es que has puesto una imagen demasiado grande y muy poco texto, desequilibrando la newsletter. También puede ser que no hayas usado una tipografía común. Varios análisis que conviene hacerse a uno mismo antes de acusar a los proveedores de correo electrónico.

4) La coletilla falsa de “enviar correo masivo es difícil y caro”.-

Muchas personas identifican las estrategias de marketing o el mismo concepto de “hacer marketing” como hacer publicidad tradicional, es decir, como publicar un anuncio en los medios de comunicación como la televisión. Obviamente, el presupuesto para un anuncio en televisión o radio es considerablemente elevado.

Pero el email marketing es diferente, porque es el envío de correo masivo a través de una herramienta de mailing con la que has diseñado el mensaje y que hace de soporte fiable para hacer llegar tu contenido a tus contactos. Y no es caro porque el medio utilizado es el email, un canal muy extendido actualmente y usado por todos a diario.

Por cada euro invertido en email marketing se produce un retorno de 43, según estudios de Direct Marketing Association. La parte económica de inversión no suele ser el freno de los emprendedores para iniciarse en el mailing, más bien es el tiempo. Sí es cierto que al principio, como todo, hay que dedicarle más horas al desarrollo de la campaña, a esclarecer adecuadamente los objetivos y a depurar al máximo la lista de contactos. Pero con tesón y temperamento, todo se consigue.

Estas son algunas de las mentiras que más resuenan en la red e incluso en los interesados del marketing digital, pero el email marketing no es sinónimo de hacer spam. Hay una industria profesional detrás de cada envío para que el usuario utilice el email como medio seguro y útil, pero también para aportar contenido e información de calidad a sus contactos. No dudes del emailing porque el emailing no duda de tu capacidad para enviar correo masivo de calidad.

mailify_logoFuente: Mailify.
Imagen: Denys Prykhodov/shutterstock

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